Si tienes más de 50 personas en plantilla, tienes que ponerte las pilas
Desde el 10 de abril de 2025, las empresas con más de 50 empleados tienen una nueva obligación legal: implantar un plan de igualdad y no discriminación LGTBI. No es opcional, no es sugerido, y no basta con poner un par de banderas en junio o repartir pins con arcoíris. No hablamos de decorar la oficina como si fuera el Orgullo de Chueca, sino de cumplir un Real Decreto que te puede costar hasta 7.500 euros si decides mirar para otro lado. Y más que el dinero, lo que te juegas es la decencia corporativa, la imagen pública y, lo más importante, la tranquilidad jurídica.
Este plan debe incluir protocolos frente al acoso, mecanismos de denuncia eficaces, formación real (sí, real: no vale con una charla de PowerPoint a las ocho de la mañana con café recalentado), medidas para garantizar la igualdad de trato en selección, promoción y condiciones laborales, lenguaje inclusivo, cláusulas de respeto a la diversidad y todo lo que una empresa con cara y ojos debería tener sin que se lo impongan. Y, ojo, no se puede imponer unilateralmente: se negocia. Con la representación legal de la plantilla. Y si no la hay, con los sindicatos más representativos del sector. Porque aquí no vale eso de «ya lo he redactado y lo firmamos entre el jefe y el primo del jefe». No. Así no.
No es una moda: es la ley. Y nosotros te la explicamos y te la implantamos si hace falta
Desde SKYLINE Abogados hemos visto demasiadas empresas improvisar. Y demasiadas personas del colectivo sufrir. Lo vemos cuando nos escriben porque han sido despedidas tras salir del armario. Lo vemos cuando una persona trans lleva un año en la empresa y aún no saben cómo nombrarle sin liarla. Lo vemos cuando una lesbiana denuncia acoso y RRHH responde con un «bueno, pero tampoco fue para tanto». Pues sí, fue para tanto. Y ahora hay herramientas para evitarlo, pero hay que querer usarlas.
El plan LGTBI no es postureo legal. Es una herramienta de cumplimiento normativo, pero también es una protección para la empresa: si lo tienes y lo aplicas, evitas conflictos, sanciones, fugas de talento y daños a la reputación que no se tapan ni con tres campañas de publicidad inclusiva en LinkedIn. Y si no lo tienes, lo sentimos pero: estás fuera de juego. Porque el Real Decreto 1026/2024 es claro, tiene plazos y no admite excusas. Si no negociaste el plan, ya vas tarde. Y si te preguntas si alguien va a venir a comprobarlo: sí. Alguien irá. Porque ya lo están haciendo.
En SKYLINE Abogados hemos empezado a trabajar con empresas que de verdad quieren cumplir. Les acompañamos desde la auditoría inicial hasta la redacción y negociación del plan. Les formamos. Les traducimos la ley sin aburrir. Les blindamos para evitar que el problema venga después. Y también hemos empezado a representar a trabajadores que, en 2025, siguen escuchando chistes, soportando exclusiones o viendo cómo se congela su carrera porque «no encajan en el perfil». El nuestro sí encaja. En la ley. Y en la lucha.
Si tienes una empresa y no sabes por dónde empezar, te lo diseñamos. Si eres trabajador y tu empresa pasa del tema, te ayudamos a exigirlo. Si representas a un colectivo o sindicato y quieres formar parte activa de este proceso, te lo organizamos. Porque esto no va de adornar el despacho con pegatinas, va de que tu gente trabaje sin miedo. Y va de cumplir, claro. Pero también de transformar. Y para eso, te hace falta alguien que sepa leer el BOE y también mirar de frente cuando toca hablar de lo que duele. Llámanos. Esto también lo sabemos hacer muy bien.